domingo, 16 de junio de 2013


OÍD AL PADRE
“Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura” (Pr. 4:1)
Mucho de nosotros sabemos que es bueno seguir los consejos de nuestros padres, y más aún sabemos que los principales y más sabios consejos los da nuestro mayor padre… Dios, pero ¿cómo aprender a oír la voz de Dios?, ¿cómo mantener nuestros oídos siempre atentos a sus consejos?
Pues como todo lo realmente valioso en esta vida, al principio nos cuesta lograrlo, pero una vez comenzado, ya es más fácil!!
Ante todo debemos saber que Dios nos llama a ser sus hijos, y por lo tanto como hijos de Dios, podemos llamarlo a Él PADRE tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre” (Is. 63:16), un padre jamás querrá algo malo para sus hijos, al contrario siempre buscará que haga las cosas para bienPues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mt 7:11).
Ahora nuestro Padre Celestial quiere darnos muchos consejos, lecciones y regalos, pero es necesario saber escuchar su voz y eso solo se puede lograr mediante la comunión que tengamos con Él, es decir mediante la oración  De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará” (Jn. 16:23).
Así como nuestros padres, Dios muchas veces nos llamará la atención, nos corregirá y probará nuestras actitudes a ver si somos dignos y responsables para recibir lo que Él tiene para nosotros Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere” (Pr. 3:12), pero depende de nosotros el saber entender el consejo, la corrección, ya que muchas veces interpretamos mal y solo nos ponemos a juzgar y reclamar el porqué de las cosas, nos valemos en decir que Dios es un Dios de amor y que por lo tanto no debería castigar o corregir, pero debemos tener en cuenta lo que dice en su palabra y entender que es por amor que muchas veces Dios tiene que llamar nuestra atención y hacernos reaccionar para volver al camino correcto. Dios es nuestro padre y pastor y como pastor Él debe velar por el bien de cada una de sus ovejas e hijos.
Muchas veces nos afanamos en lograr lo que queremos por nosotros mismos y nos olvidamos de preguntar si estamos haciendo lo correcto o si realmente esa es la voluntad del Padre, otras veces nos ofuscamos diciendo que Dios no nos habla o que no sabemos escuchar su voz, pero lo cierto es que ni siquiera nos preocupamos por mantener una comunión con Él como debería ser, no le damos ni siquiera una partecita de nuestro tiempo y pretendemos que nos hable y nos responda cada que le preguntamos, pero pongámonos a pensar a quién de nosotros ¿nos gustaría que alguien nos hablara solo por interés?, a mi me ha pasado y realmente me fastidia que supuestos “amigos” solo se atrevan a hablarme cada vez que necesitan algo de mí, para mí esa no es una buena relación, los amigos verdaderos están en las buenas y en las malas, no solo cuando necesitan algo, y Dios además de Padre es nuestro Amigo!!
Pero Dios necesita guiarnos a hacer lo correcto para recibir sus regalos, uno de los más importantes es que a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lc. 12:32), su amor por nosotros es tan grande que nos quiere realmente como sus hijos y nos tiene preparada una herencia para nosotros, este es nuestro regalo, nuestra herencia, que no solo podremos ver en el cielo, sino también en la tierra, Dios bendice a sus hijos fieles.
Pero debemos saber escuchar y aplicar el consejo a nuestra vida, y a eso se le llama obediencia Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo” (Ef. 6:1) y no solo a nuestros padres terrenales, sino con mucho más razón a nuestro Padre Celestial, ya que Él siempre sabrá lo mejor para nosotros, si tú quieres que te vaya bien, que tu vida sea prosperada, solo debes aprender a escuchar la voz del Padre y a cambio recibirás muchas recompensas gracias a tu obediencia, como el tener sabiduría para caminar conforme a lo que el Padre desea para ti porque “El hijo sabio recibe el consejo del padre” (Pr. 13:1)

 Ely C.U