jueves, 28 de noviembre de 2013

AGENTES DE CAMBIO


“Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12)
Estoy casi segura de que has escuchado estas palabras en alguna charla motivacional en tu centro de estudios, trabajo o hasta en la iglesia; pero ¿qué significa ser uno de ellos? O ¿cuáles son los retos que tenemos que afrontar para realmente producir un cambio en este mundo y principalmente mover el corazón de Dios?
Casi todos alguna vez o varias veces soñamos e imaginamos poder cambiar este mundo de alguna manera, producir un cambio en las personas, pero realmente son pocas las veces que hacemos algo para producir ese cambio o al final terminamos decepcionándonos por los problemas y las críticas de las personas de nuestro entorno. Al final ese anhelo se vuelve más sueño que realidad y terminamos por caer en la mediocridad y el egoísmo.
Nosotros como hijos de Dios estamos llamados a producir un cambio, causar un impacto en las personas para que las motive a seguir a Cristo, ahora todos pensarían que esto solo se consigue memorizando un par de versículos o hablando con mucha elocuencia de la Palabra de Dios, pero la realidad es que ser un AGENTE DE CAMBIO es mucho más complejo!!
Veamos el caso de Mardoqueo… recordarán a este personaje cuya aparición se encuentra en el libro de Ester, Mardoqueo adoptó a Ester como su hija al morir sus padres y Ella fue seleccionada por el rey Azuero para que reinara en lugar de Vasti, pero Mardoqueo era un hombre que produjo un cambio en el pueblo, el ejerció el propósito de Dios, gracias a él Ester supo del complot contra los judíos y pudo interceder por su pueblo. Pero ¿qué hizo Mardoqueo? ¿Por qué es un agente de cambio?
Antes que nada Mardoqueo tenía ciertas características: él era un hombre leal y era un hombre temeroso de Dios. Leal a su gobernador, esto lo podemos ver en Ester 2:19 cuando al escuchar una conspiración para matar al rey, fue rápidamente a hacérselo saber al Rey, era un hombre que servía a Dios y le adoraba solo a Él (Ester 3: 2-5), y procuraba el bienestar y la paz de su pueblo, es decir no solo pensó en él sino en el pueblo de Dios (Ester 10:3).
Entonces podemos ver que un agente de cambio es:
-      Una persona valiente
-      Procura el bienestar de los demás
-      Es quien está insatisfecho con el sistema actual y las injusticias (maldad)
-      Es quien asume responsabilidades y retos
-      Es alguien leal y de confianza
-      Debe ser humilde
-      Es una persona temerosa de Dios!!
Pero no es tan fácil ser un agente de cambio a parte de procurar el bien de otros, ser valiente, etc; un agente de cambio deberá ser probado en humildad, vemos que Mardoqueo denunció el complot contra el rey Azuero, todos pensarían que por esta buena acción sería recompensado y sin embargo al que exaltaron fue a Amán (Ester 3) se lo pueden imaginar? A mí me pasó, muchas veces hice acciones que merecían una recompensa pero en vez de eso ni un agradecimiento me dieron y otros se llevaron la gloria, si este es tu caso ¡aleluya! Porque estás a punto de convertirte en un agente de cambio!!! Porque un agente de cambio siempre moverá masas, pero debe recordar que lo único que importa es hacer la voluntad de Dios y adorarlo a Él.
Otra circunstancia que pasará en la vida de un agente de cambio es que procurarán su mal ¿cómo es esto? Pues que siempre habrá alguien que querrá que caigas, querrán destruirte ¡SI! ¿Parece duro no? Pero es cierto, lo mismo le pasó a Mardoqueo, Amán quiso eliminarlo (Ester 3:6-15) ok tal vez en estos tiempos no sea tan sanguinario pero si habrán personas que te envidien y procurarán hacer lo que sea para que caigas, debemos recordar que nuestra lucha no es contra carne ni sangre (Efesios 6:12), así que solo nos queda orar una oración de guerra para vencer a los enemigos.
¿Entonces quiere decir que nunca me van a reconocer? Primero que nada debes saber que las cosas que hagas las haces para Dios y no para el hombre, cuando realmente lo hagas así lo único que te importará es agradar el corazón de Dios, pero recuerda esto… todo lo que hacemos queda registrado!! Lo que Mardoqueo hizo quedó escrito en el libro de las Crónicas (Ester 2:23) después de que Dios vió que él era un hombre fiel y que hizo las cosas sin recibir nada a cambio, Dios mismo hizo que el rey Azuero leyera el libro y viera lo que Mardoqueo hizo a su favor, el premio a esto es que Mardoqueo fue honrado y por quien… por Amán, su enemigo!! Podemos compararlo con Isaías 60:14 Y luego de que todo pasó, la honra de Mardoqueo fue tan grande que llegó a ser el segundo después del rey, amado y respetado por su pueblo!!! (Ester 10)
Nada de lo que hagas pasa desapercibido por Dios, te animo ahora a ser un agente de cambio, que seas esa solución que tanto necesita el mundo, recuerda que antes de impactar en las personas el cambio comienza por ti, prepárate, esfuérzate, busca de Dios y haz su voluntad, renueva tu mente y entonces comprenderás a que Dios te llamó y podrás ejercer tu propósito y producir un verdadero cambio en las personas!!
Guerrera de Dios.

miércoles, 9 de octubre de 2013

¿CONFIAR EN DIOS?


“Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira” (Sal. 40:4)
Muchas veces hemos oído y leído en la biblia diferentes textos que hablan sobre la confianza en Dios, que no debemos estar preocupados por el mañana, por lo que pasará en nuestro futuro, sino que pongamos nuestra confianza en Dios. Pero ¿qué es confiar? Y por qué es tan importante para Dios que confiemos en Él, ¿cuáles son los beneficios que trae una vida confiada en Dios?, ¿es lo mismo tener fe que confiar?.
Pues primeramente debemos saber que la confianza es sinónimo de seguridad, esperanza, familiaridad, entonces sabiendo lo que significa podemos comprender que nosotros, como humanos, siempre deseamos sentirnos seguros, es algo que viene en nuestra naturaleza por ejemplo: cuando una familia se muda a una nueva casa, el padre o cabeza de hogar tiene que verificar que aquella casa cumpla con los requisitos de seguridad necesarios frente a casos de sismos, robos, etc, necesita velar por el bienestar de su familia, no creo que ningún padre quiera que su familia viva en un lugar inseguro con la preocupación de que en cualquier desastre su familia salga perjudicada; nosotros deseamos sentir que no hay peligro cerca que nos pueda dañar, que habitamos en un lugar estable y donde estamos protegidos.
Entonces nos podemos dar cuenta sin darle tanta vuelta que Dios quiere que confiemos en Él porque nos quiere dar esa seguridad que nosotros tanto anhelamos en nuestra vida, aparte de muchas otras cosas, Él quiere que estés seguro, que te sientas protegid@ y que sientas paz en tu corazón.
Pero casi nunca hacemos caso a esto y la mayoría de veces nos preocupamos por lo que tenemos que hacer, lo que queremos lograr, por los “problemillas” que nunca faltan y terminamos por hacer explotar nuestra cabeza y todo eso, conocido hoy en día como “estrés”, repercute en nuestro organismo trayendo enfermedades o malestares físicos, ¿se dan cuenta como una pequeña cosa que pareciera no ser importante puede traer algo más grande y nada lindo?, ahora no se si recuerden esta palabra que Jesús Dijo:
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?. Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?, ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?. No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas” (Mt. 6:25-32)
Creo que más claro que esto no puede estar, Jesucristo mismo nos pedía que no nos afanemos por lo que habremos de tener y de hacer, sino que confiemos plenamente en Él y busquemos hacer su voluntad para que Él nos sustente, nos dé seguridad, nos dé lo que cada uno de nosotros necesitamos. Ahora tampoco con esto quiero decirte que nos relajemos y sentemos esperando que todo venga del cielo, una cosa es la confianza y otra muy distinta la pereza jaja, esfuérzate, trabaja, haz lo que tengas que hacer para Dios pero ante todo esto no te afanes, no dejes que las preocupaciones invadan tu mente, da lo mejor de ti, hazlo con excelencia pero deja que Dios actúe “No te afanes por hacerte rico; Sé prudente” (Pr. 23:4)
Ahora sabemos que la fe está ligada a la confianza, puesto que la fe es el creer, confiar, la seguridad de que algo es cierto, la convicción de aquello que no vemos pero estamos seguros que es verdad,  aquel que cree en Dios debe confiar en Él porque de lo contrario tu fe no estaría completa, si tienes fe y no confías, entonces no tienes fe y si confías y sin tener fe entonces no confías, porque no puedes creer sin confiar ni confiar sin creer. Dios nos quiere completos, no por partes, quiere que tengamos confianza y fe en Él.
A veces puede parecer difícil aprender a confiar en Dios, pero tenemos que hacerlo, ya que cuando tú realmente amas a una persona confías en ella y Dios quiere que lo amemos y confiemos en Él.
Y aquí viene lo mejor… como toda meta que conseguimos tiene ventajas, Dios nos quiere premiar dándonos protección, seguridad, paz se resumen en “confiad, yo he vencido al mundo” (Jn. 16:33) estos son los beneficios de la confianza y algo muy hermoso que trae el confiar en Él “ mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte” (Is. 57:13), nos quiere dar su tierra por heredad, las riquezas del reino y la prosperidad “Mas el que confía en Jehová prosperará” (Pr. 28:25),así que pon en práctica el confiar en Dios, haz que Dios te conozca porque “Jehová conoce a los que en él confían” (Nah 1:7), Deja que Dios actúe en tu vida, haz todo lo que esté en tus posibilidades y deja en manos de Dios las imposibilidades porque Él tiene todo bajo control.
 Ely C. U

domingo, 29 de septiembre de 2013




¿QUIERES ENAMORARTE? ENAMÓRATE DE JESUCRISTO!!
“En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas”. (Isaías 61:10)
A todos seguro nos ha pasado que cuando nos enamoramos de una persona estamos al pendientes de ella, contestamos todos sus llamados, nos comunicamos todo el tiempo, la pensamos mucho y hasta contamos las horas para volverla a ver… y es así cuando uno se enamora, ahora ¿imagina si en vez de ser tu novi@ o la persona que te gusta en la que estás piensa y piensa, fuese Jesucristo?
Si Jesús fuese nuestro novio haríamos lo que toda persona enamorada hace, pensaríamos en Él, estaríamos al pendiente de Él, contaríamos los minutos y segundos para volver a tener un encuentro con Él, buscaríamos comunicarnos con Él y siempre atenderíamos a sus llamados!! Y que creen… exactamente eso es lo que Jesús está buscando de ti, Él no quiere que simplemente le des un “buenos días” al despertar cada vez que te acuerdas o que le digas una oración apresurada mientras vas al trabajo o a tu centro de estudios, mucho menos una oración para solo decirle tus exigencias.
En todo este tiempo la mayoría de cristianos hemos actuado egoístamente pidiendo a Jesús todo lo que queremos y que nos conceda nuestras peticiones como el tener salud y que lo material no nos falte, por ejemplo, pero son muy pocas las personas que en realidad tienen una verdadera comunión con Dios. La iglesia anda declarando que es la novia de Jesús y que espera la venida de su Rey, pero lo cierto es que la mayoría de las personas actúan como si Jesús fuese simplemente un desconocido!! Sin demostrarle el amor que tanto le profesa “Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí” (Mateo 15:8)
Amar a Jesús no es ir los domingos a la iglesia y gritar que lo amamos para que otros lo escuchen, el amor no se expresa con palabras, el amor se ve con las acciones, por lo tanto si decimos que amamos a Jesús debemos demostrarlo, no a las personas, sino a Él.
Y ¿Cómo le demostramos nuestro amor? Pues honrando al Rey, hay un pasaje que dice: "El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios." (Salmos 50:23), alabarle es una de las formas más hermosas para demostrar nuestro amor, confesar los atributos de Dios es una forma de alabarle, entonarle cánticos que salgan de nuestro corazón, expresarle nuestra gratitud por el solo hecho de seguir existiendo en este mundo.
ADÓRALE.- Dios está buscando verdaderos adoradores (Juan 4:23) aquellos que le adoran realmente viven una vida conforme a la voluntad del Padre, una vida en integridad, una comunión constante en donde honran a Dios con palabras que salen del corazón y lo demuestran con acciones.
ENTREGA TODO.- "Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente" (Lucas 10:27) Si queremos demostrarle nuestro amor debemos entregarle todo nuestro ser completo empezando por nuestros pensamientos que salen del corazón (Mateo 15:19), una persona enamorada piensa en su amado con todas sus fuerzas.
APÁRTATE DEL MAL.- "Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; el guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra." (Salmos 97:10), no podemos servir a dos señores, así como no podemos decir que amamos a Dios cuando estamos haciendo el mal, las tinieblas y la luz no se juntan, busca la santidad!!
OBEDECER A JEHOVÁ.- “Porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella." (Deuteronomio 30:16), Obedecerle es la mejor forma de demostrarle amor, además tenemos promesa de bendiciones por nuestra obediencia.
Ten en cuenta que tener una comunión íntima con Dios asegura tu vida, te da la respuesta que tanto buscabas, siempre te mantiene cerca del oído de Dios. Cuando te enamoras de Jesucristo podrás verlo, sentirlo, al sumergirte en ese romance tan profundo y ver sus ojos llenos de amor y misericordia jamás querrás dejarlo, porque cuando conoces al Hijo también al Padre y cuando te enamoras verdaderamente de Jesucristo no lo dejarás por nada de lo que te pueda ofrecer el mundo. Hay tantas personas que decían que amaban a Dios y ahora están más perdidas que la oveja antes de ser rescatada!! Pues es porque lamentablemente solo decían amar a Dios más no estaban verdaderamente enamorados de Él; tú puedes elegir ahora dejarte enamorar de la manera más dulce y hermosa por Jesús si le abres tu corazón, sí, al principio puede no parecer tan sencillo, pero ten constancia y verás que poco a poco te llenarás de su amor y entonces cuando menos lo esperes ya te habrás enamorado de Él.
"Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios." (Miqueas 6:8)
Ely C.U

lunes, 29 de julio de 2013

Una familia, un mismo sentir


“Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” (1Co. 1:10)
Cuando Pablo nos escribe estas palabras, note que antes de empezar esta epístola lleva el título de “¿Está dividido Cristo?” miren que profunda está pregunta!!! Pasamos casi toda nuestra vida haciendo división entre nosotros mismos, ya sea por la raza o condición social, en lo natural, o también por las diferentes creencias y parámetros que nos ponen las diversas religiones. Pero la real verdad es que Pablo tiene razón  cuando nos dice que Cristo solo hay uno, Él no está dividido en diversos personajes, ni en los ministros, ni en los pastores, porque ellos solo reflejan la gloria de Dios, más Cristo solo hubo y habrá uno, el único e incomparable.
Lamentablemente en el cristianismo estamos muy acostumbrados a hacer divisiones entre nosotros mismos, y eso pasa en los diversos ministerios que se dan en la iglesia, entre las mismas personas haciendo distinción entre otras por su cargo o ministerio, su rango de “jerarquía” y pongo comillas porque en Cristo todos somos iguales, sin acepción, Jesucristo no  vino a morir solo por unos cuantos, Él murió por todos en aquella cruz, vino por aquellos que trataban de ser justos y por los pecadores, la misma sangre se derramó para todos, “No hagáis distinción de persona” (Dt. 1:17)
Sabemos que cuando Jesucristo les dio la promesa a sus discípulos de que se derramaría su Espíritu Santo sobre ellos nos dice que ellos “estaban todos unánimes juntos y entonces fueron llenos del Espíritu Santo” (Hch. 2:1, 4) pero ¿qué es unánimes? Pues la misma palabra nos lo dice, un mismo ánimo, un mismo sentir; ellos estaba todos juntos buscando una sola cosa… El derramamiento del Espíritu Santo, esa era su fuerza, aquellos que los motivaba en toda oración y ruego, la promesa dada por el mismo Jesucristo!!!
¿Y cuál es nuestro motivo ahora? Muchos tienen cegado el entendimiento viendo el evangelio solo en ámbitos naturales, pensando en crecer materialmente más que en lo espiritual y emocional, Dios nos prometió los tesoros de los cielos pero primero nos dijo que busquemos su Reino (Mat. 6:33), ¿cuál Reino?, el Reino de los Cielos y eso no se puede ver con ojos naturales, sino en ámbitos sobre naturales, ojos espirituales, y eso comienza desde tu interior, solo así se exteriorizará.
Lo cierto es que ahora la mayoría de los ministros y personas en la iglesia se preocupa más por el cargo, por los títulos, por lo material, por criticar de otros que por lo que realmente importa… buscar a Jesucristo!!! es común ver y escuchar críticas sobre otras personas, se ven las divisiones que se hace entre ellos, los grupos que se crean, cada uno creyendo sus propias razones, cada uno andando bajo su propio criterio, cada uno dañando al otro.
Y ahora pregunto… ¿realmente creen que eso agrada a Dios?, ¿eso es lo que quería para nosotros? ¿Doctrinas de hombres, murmuración o grupos divididos? La respuesta es más que obvia.. NO! Jesucristo no vino a morir por nosotros a cambio de esto, Él nos pide “estar firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio” (Fil. 1:27) ¿se imaginan una generación de cristianos combatiendo todos por la fe en un mismo sentir? Sin duda no perderíamos ninguna batalla porque al estar todos en un mismo sentir escucharíamos mejor la voz de Cristo!!
“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa, no hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”  (Fil. 2:2-3) este versículo resume mejor la idea de lo hablado anteriormente, todos debemos unirnos en un mismo sentir, buscando una misma cosa, buscando solo a Dios, no haciendo comparaciones vanas, no enorgulleciéndonos ni menospreciando a otros, sino todos unidos como una familia, un mismo cuerpo, en búsqueda de Jesucristo, queriendo obtener los frutos del Espíritu Santo, buscando reflejar la Gloria de Dios en nuestras vidas, viviendo en integridad y santificándonos cada día.
Nuestra esperanza es Él, nuestro reinado está en Él y todo reino se hace más fuerte cuando todos están unidos, debemos dejar nuestros paradigmas, debemos dejar de hacer división entre nosotros mismos, porque ¿qué diferencia hay entre el mundo y los hijos de Dios entonces? Hagamos la diferencia, que se sienta el cambio, hagamos lo que el mismo Jesucristo quiso que hiciéramos, Él no quiere una casa dividida sino unida porque “todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y una casa dividida contra sí misma, cae” (Lc. 11:17) comencemos haciendo la diferencia en nosotros mismos y esto hará la diferencia en el resto, no dejemos que nuestra casa caiga, no nos dejemos vencer!!

Ely C.U

domingo, 16 de junio de 2013


OÍD AL PADRE
“Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura” (Pr. 4:1)
Mucho de nosotros sabemos que es bueno seguir los consejos de nuestros padres, y más aún sabemos que los principales y más sabios consejos los da nuestro mayor padre… Dios, pero ¿cómo aprender a oír la voz de Dios?, ¿cómo mantener nuestros oídos siempre atentos a sus consejos?
Pues como todo lo realmente valioso en esta vida, al principio nos cuesta lograrlo, pero una vez comenzado, ya es más fácil!!
Ante todo debemos saber que Dios nos llama a ser sus hijos, y por lo tanto como hijos de Dios, podemos llamarlo a Él PADRE tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre” (Is. 63:16), un padre jamás querrá algo malo para sus hijos, al contrario siempre buscará que haga las cosas para bienPues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mt 7:11).
Ahora nuestro Padre Celestial quiere darnos muchos consejos, lecciones y regalos, pero es necesario saber escuchar su voz y eso solo se puede lograr mediante la comunión que tengamos con Él, es decir mediante la oración  De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará” (Jn. 16:23).
Así como nuestros padres, Dios muchas veces nos llamará la atención, nos corregirá y probará nuestras actitudes a ver si somos dignos y responsables para recibir lo que Él tiene para nosotros Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere” (Pr. 3:12), pero depende de nosotros el saber entender el consejo, la corrección, ya que muchas veces interpretamos mal y solo nos ponemos a juzgar y reclamar el porqué de las cosas, nos valemos en decir que Dios es un Dios de amor y que por lo tanto no debería castigar o corregir, pero debemos tener en cuenta lo que dice en su palabra y entender que es por amor que muchas veces Dios tiene que llamar nuestra atención y hacernos reaccionar para volver al camino correcto. Dios es nuestro padre y pastor y como pastor Él debe velar por el bien de cada una de sus ovejas e hijos.
Muchas veces nos afanamos en lograr lo que queremos por nosotros mismos y nos olvidamos de preguntar si estamos haciendo lo correcto o si realmente esa es la voluntad del Padre, otras veces nos ofuscamos diciendo que Dios no nos habla o que no sabemos escuchar su voz, pero lo cierto es que ni siquiera nos preocupamos por mantener una comunión con Él como debería ser, no le damos ni siquiera una partecita de nuestro tiempo y pretendemos que nos hable y nos responda cada que le preguntamos, pero pongámonos a pensar a quién de nosotros ¿nos gustaría que alguien nos hablara solo por interés?, a mi me ha pasado y realmente me fastidia que supuestos “amigos” solo se atrevan a hablarme cada vez que necesitan algo de mí, para mí esa no es una buena relación, los amigos verdaderos están en las buenas y en las malas, no solo cuando necesitan algo, y Dios además de Padre es nuestro Amigo!!
Pero Dios necesita guiarnos a hacer lo correcto para recibir sus regalos, uno de los más importantes es que a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lc. 12:32), su amor por nosotros es tan grande que nos quiere realmente como sus hijos y nos tiene preparada una herencia para nosotros, este es nuestro regalo, nuestra herencia, que no solo podremos ver en el cielo, sino también en la tierra, Dios bendice a sus hijos fieles.
Pero debemos saber escuchar y aplicar el consejo a nuestra vida, y a eso se le llama obediencia Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo” (Ef. 6:1) y no solo a nuestros padres terrenales, sino con mucho más razón a nuestro Padre Celestial, ya que Él siempre sabrá lo mejor para nosotros, si tú quieres que te vaya bien, que tu vida sea prosperada, solo debes aprender a escuchar la voz del Padre y a cambio recibirás muchas recompensas gracias a tu obediencia, como el tener sabiduría para caminar conforme a lo que el Padre desea para ti porque “El hijo sabio recibe el consejo del padre” (Pr. 13:1)

 Ely C.U

domingo, 5 de mayo de 2013

PENSAMIENTOS DE INTEGRIDAD


“Pero yo en integridad andaré; redímeme, y ten piedad de mí”. (Sal. 26:11)
¿Qué se nos viene a la mente al leer estas palabra?, ¿qué es integridad?
Pues el significado de esta palabra está referido a una persona recta, honrada, intachable en actitudes y conductas. Por lo tanto una persona de pensamientos íntegros debe ser una persona de pensamientos rectos, honrados e intachables, de buena conducta y valores.
Ahora, sabemos que Dios busca a personas íntegras, la clave de la integridad son los PENSAMIENTOS y los pensamientos se encuentran en el corazón, la palabra de Dios dice en Marcos 7:21-23 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,  los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”.
Entonces se podría decir que nuestros pensamientos son una parte muy fuerte de nosotros, aún si nos dijeran que cerrásemos los ojos e imagináramos una imagen la podríamos ver sin necesidad de abrir los ojos, porque la vemos en nuestra mente. Nuestros pensamientos nos permiten ver las cosas que no son como si fuesen, desarrollando así nuestra imaginación, y eso no es malo, lo malo está cuando esos pensamientos los evocamos para imaginar cosas que no debemos, cosas negativas, entonces las imágenes que veremos y lo que pensaremos ya no será recto y puro, es ahí donde radica nuestro más grande problema. Por eso es que Dios nos manda en Proverbios 4:23 a que “sobre toda cosas guardada, guardemos nuestro corazón” porque sabía que ahí estaba nuestro más grande tesoro y de acuerdo a los pensamientos que salgan de ahí está nuestra bendición y maldición y lo que está en nuestro interior es lo que reflejaremos al mundo “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”. (Lc. 6:45)
Muchas veces nosotros nos decimos “cristianos” pero el ejemplo que damos, lo que hablamos, nuestro comportamiento deja mucho que desear. Esto también tiene mucho que ver con el tiempo que dedicamos a algunas cosas, a veces nos dejamos llevar por las falsedades que nos presenta el mundo y entonces dedicamos nuestros pensamientos conforme a lo que estamos percibiendo. El pensamiento que más redundó durante tu día, es el pensamiento que más abundó en tu corazón, ej. Cuando vamos a dar un examen, estamos piensa, y piensa en que no queremos reprobar y queremos saber nuestra calificación.
De qué estamos hechos?? Nosotros estamos conformados por cuerpo, alma y espíritu. Sabemos que nuestro cuerpo es solo un traje o vestimenta terrenal, nuestro espíritu es el aliento de vida, el soplo de Dios para que nuestro cuerpo deje de ser un ser inerte y tenga vida, pero ¿qué es y que hay en nuestra alma?. Nefesh en el Antiguo Testamento y psujé en el Nuevo Testamento con 775 y 100 apariciones respectivamente en la biblia significan alma, éstas son traducidas como “vida” o “aliento”  porque sabemos que el alma no es un ente separado del cuerpo o que esté dentro del cuerpo, el alma es en realidad la unión del cuerpo y el aliento de vida o espíritu.
En el alma radican nuestras emociones (sentimientos), nuestra voluntad y nuestra mente, en ésta están incluidos nuestros pensamientos y estos a su vez en nuestra alma, es decir que nuestros pensamientos están ligados a nuestra voluntad y emociones, el espíritu es la parte que adoptamos de la naturaleza de Dios, entonces el alma al ser una unidad con nuestro espíritu debe llegar a ser renovada de tal forma que vayan juntos al mismo nivel, un alma (una mente) que piensa como el mundo y no como Dios, impide que gocemos a plenitud nuestra vida espiritual, ya que nuestra alma (voluntad) determina nuestras acciones (conducta).
En Romanos 12:2, se nos dice: “Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. Entendimiento= a mente y mente= a pensamientos, entonces cuando renovamos, cambiamos nuestra mente, dejamos atrás todo pensamiento del mundo, pensamientos vanos (Sal. 94:11) y comenzamos a tener pensamientos íntegros.
Cuando David le dijo a Jehová que lo juzgara, le dijo que en integridad había andado (Sal. 26:1) me impacta mucho lo que David le dice en el Salmos 26:2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón”. David tenía esa confianza con Dios para pedirle que lo examinara, que lo juzgara a pesar de los errores que pudo cometer en su pasado cada día era una renovación constante, llegó a tal punto de pedirle a Dios que lo probara y examinara sus más íntimos pensamientos y su corazón, porque sabia que en su corazón estaba su alma y que andaba en integridad, es decir llegó a tener pensamientos íntegros.
Una de las recompensas que tener pensamientos íntegros trae está en Isaías 26:3 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Cuando tienes pensamientos íntegros (en Cristo) éstos traen paz a tu vida, la paz para tu vida es algo muy hermoso que Dios nos da, vivir una vida de paz te da plenitud y gozo.
No es fácil deshacerse del “hombre viejo”  y sé (por experiencia) que renovar tu mente cuesta, pero tampoco es imposible!!, si obedecemos a Dios podremos saber qué camino tomar, que pasos seguir para comenzar a tener pensamientos puro e íntegros. Ten en cuenta que una mente en integridad se acerca más a la mente de Cristo, no pongamos excusas para no evitar aquellos pensamientos indebidos que puedan venir, tenemos las armas que Dios nos a dado, comencemos entonces a declarar que en un hij@ de Dios no puede haber pensamientos impuros, echemos fuera toda acechanza del enemigo, diferenciémonos del mundo y comencemos a tener una vida en integridad.
Ely C.U